lunes, 14 de junio de 2010

El pañuelo de Cospedal

Hoy ha sido un día triste para mí. Aun recuerdo cuando compré mi atuendo revolucinario en una tienda del centro. Tenía 15 años y ganas de cambiar el mundo.
Las mismas que tiene Mª Dolores de Cospedal con su pañuelo palestino, con tonalidades violetas, y un mensaje para el pueblo español: "¡Somos el partido de los trabajadores!"
Se comenta que sus nuevas vestimentas pueden ser la gorra del Che o una cazadora en la que se puedan leer las siglas CCCP.

Todo ha cambiado, la crisis nos ha adecuado a las nuevas necesidades políticas. En el PP ya no suena la sintonía habitual: suena "A las barricadas".
La gaviota pepera va poco a poco adoptando forma de hoz y martillo, en la calle Génova se lee a Marx y a Engels, y los pobres empresarios y curas se tiran de los pelos.

¿Cómo íbamos a imaginar semejante situación? La culpa es de Zapatero. No sólo se ha adueñado de los sueños y de las aspiraciones de la izquierda, sino que se ha puesto a la derecha de la derecha, diciendo a última hora "Ah, pues no" a los gastos sociales que podrían impedir la caída al vacío de los parados.

Pero el PP tiene la solución a todos los problemas, y no se cansan de decirlo: "¡ZAPATERO, DIMISIÓN!"
Aunun así me niego a dejar el país en manos de aquéllos que confían en ladrones como Camps, Bárcenas y demás corruptela castellano-leonesa que está aun por destapar.

Lo único que quiere el PP es coger el país cuando haya tocado fondo, y no se pueda ir a peor. Cualquier síntoma de mejoría, iba a ser mérito único y exclusivo del archiperdedor Rajoy.
En el fondo, me la suda quien se ponga la medalla, pero ojito con autoproclamarse mesías de nadie, CÍNICOS.

Salud a todos, Jiménez.

3 comentarios:

Abel-ino dijo...

¡¡Por fin!! Hacía ya una temporada que no escribías, ya era tiempo jeje.

¿Cospedal con un palestino? Bueno, tanto da. El hecho de que algunos intenten usurpar un símbolo no le quita a éste su valor. Si así fuera, apañados íbamos. A mí no me molesta la bandera que tenemos ahora, sin el pajarraco. Lo que me molesta es que la derecha se apropie de ella.

Estoy de acuerdo con la última parte. Si yo estuviera en el PP, estaría contentísimo: Zapatero se come el marrón y, con la crisis, los casos de corrupción pasan más desapercibidos. Para rematar el asunto, se han deshecho de Garzón.

Ahora bien, hay un par de cosas en las que disiento. Zapatero no se ha adueñado de los sueños de la izquierda. En todo caso se ha adueñado del centro "descafeinado" que él representa. Y en cuanto a la supuesta transformación del PP en "el partido de los trabajadores", no es nada nuevo. Lo ha hecho siempre. Sólo que ahora ese mensaje es más oportuno.

Abel-ino dijo...

Un apunte a la última parte del comentario anterior. Hace un tiempo Navarro escribió una entrada titulada "Currantes lerdos", sobre trabajadores de a pie que votaban a las derechas, no se lo explicaba. Me gustaría señalar algunas cosas.

-Los impuestos. Los votantes tenemos la peligrosa costumbre de funcionar por impulsos inmediatos. Precisamente por eso, algunos currantes "a los que los impuestos dejan jodidos" votan al PP, pues este partido propone bajarlos. Es uno de los problemas de IU, que propone subirlos y asusta al electorado.

-"Llevarse su parte": cierto, no cabe duda. Pero a menudo uno se topa con la siguiente actitud: al votante, mientras tenga su sueldo intacto, no le importa que algunos mangantes se lucren indebidamente. Le resulta lejano. (Eso sí, luego se descubre el pufo y entonces se reclama enérgica justicia. No te jode).

-"Defiende lo más español":resulta que la inmigración masiva no suele estar muy bien vista. No por racismo, sino por economía y últimamente por el Islam.

-Y, para terminar, porque, simple y llanamente, muchos votantes de clase media sólo quieren que las cosas sigan así. Un conservador se llama así porque tiene algo que conservar.

El asunto es un problema, desde luego, pero no es tan sorpendente.

Anónimo dijo...

La clase política de este país, y me temo que toda la clase política en general, es una puta vergüenza, un nido de buitres que buscan sacar lo mejor para sí mismos y su mierda de partido de las peores situaciones. Sin excepción.