jueves, 9 de diciembre de 2010

Una lanza a favor de los controladores aéreos


Sí, así es. Y no vamos a entrar en la demagogia de "es que cobran mucho..." tal y cual.
Lo que ha pasado estos días, es síntoma de lo que lleva pasando todo el año.
Huelga general, indolencia de la gente, recortes de gastos sociales, indolencia de la gente...

Hay una ley en economía sobre los grupos de presión sobre los gobiernos: cuanto más reducido es el grupo, mayor poder tienen para lograr sus objetivos.
Pero también hay que reconocer que a los controladores aéreos les ha salido el tiro por la culata.
Y el Gobierno, ese gran criticado... ha sido muy listo, pero que muy listo. Privatizan los aeropuertos días antes del puente, para que ellos salten a la mínima. Han picado el anzuelo...

Este colectivo, el de los controladores aéreos, ha intentado poner al Gobierno a base de huelgas contra las cuerdas. Huelgas legales que se dieron a principios de este año.

A base de decretazos, este Gobierno ha ido minando los derechos laborales de un colectivo cuyos servicios mínimos han de ser del 100% en caso de huelga (¿qué huelga es esa?) Por no decir que las bajas por maternidad, por enfermedad, etc... han de ser recuperadas si las quieren cobrar. Por no hablar de la falta de personal en esos puestos y que no tienen derecho a convenio colectivo. ¿Quién ha dicho que quieran cobrar más?

Se han cobrado la huelga en bajas, y se les va a caer el pelo, porque han tenido que trabajar a punta de pistola y se enfrentan a penas de hasta 8 años de prisión por delito de sedición.
Han militarizado la situación, peligroso precedente: ¿la próxima huelga la disolverán a base de militarización? Que yo recuerde, un estado de alarma pudo ser un 11-M, y allí no pasó nada (quizá porque ese atentado estuviera maquinado desde la sombra).

Los medios de comunicación, como siempre: qué hijos de puta los controladores, que "no podemos viajar". Pero ayer era "qué gentuza la gente que ocupa ese edificio de Barcelona", "qué juventud la de Francia, no tienen trabajo y andan quemando cajeros". Pero ningún medio se ha dignado en escuchar a este colectivo, que a diferencia de los abducidos por la televisión que solo se quejan en el bar y en el salón de su casa, le ha echado un par de cojones, porque les están comiendo la tostada. Y en vez de solidarizarnos con ellos ( porque al resto también le están jodiendo), somos el títere del gobierno que señala con el dedo a quien defiende lo suyo, tachándoles de sinvergüenzas. Nos están enfrentando para que no hagamos frente a los verdaderos culpables de esta crisis.
Y suma y sigue. Se nos está inculcando que el derecho a huelga es un crimen, se nos está invitando a que no hagamos uso de él, porque la Huelga General del 29-S fue una patraña gracias a estas campañas de desprestigio de Gobierno, sindicatos y pasividad de la gente. Y otros hablan de derecho a trabajar el día de huelga con un 20% de paro, y tienen la cara dura de llamar insolidarios a los controladores, viva el cinismo.
Pero los controladores han dado donde ha dolido, han hecho cabrear de verdad al Gobierno, y con este Estado de Alarma se ha retratado totalmente.

Porque como dice Ricadro Romero "el Nega" en un artículo en kaosenlared, "La huelga es como el sexo, tiene que ser sucia. Es decir, si no es salvaje, no es buena."

1 comentario:

Abel (ino) dijo...

Creo que el gobierno quería buscar algún "candidato al encabronamiento popular". Con todo lo de los controladores, durante unos días los politicos han dejado de ser el gremio más detestado del país, así, de la noche a la mañana.

Cualquier trabajo relacionado con la aeronáutica tiene un buen sueldo, y en principio no debería haber problema con esto; pero cuando se tiene un curro así, hay determinadas cosas que no se pueden hacer. O se pueden hacer de otra manera. No toleraríamos que un cirujano se largase a media operación, por ejemplo.

Luego hay un aspecto curioso, el de la falta de personal(una de las quejas que exponen). Más personal significa menos horas por barba, pero también menos sueldo. No hay manera de mantener ambas cosas a la vez y menos si hablamos de sueldos altos.

Lo malo es que con esto, cualquier intento de establecer una cierta solidaridad interprofesional queda frustrado. Lo que le viene bien al gobierno, que es más de la actitud de "tonto el último". Ha sido una jugada bastante sucia.