miércoles, 26 de octubre de 2011

El patriotismo

El concepto de patria ha sido un artículo de uso exclusivo de la derecha española durante mucho tiempo; de ahí que su concepción del asunto venga a ser la siguiente: la izquierda reniega de su país y lo traiciona, la derecha lo ama y lucha por él. (Huelga decir que este esquema es la norma en los medios de comunicación). Y aquí chirrían unas cuantas cosas. Para empezar, yo no veo mucho amor al país en el hecho de sacrificarlo a los mercados, tampoco en machacar a sus obreros, antes, y a sus clases medias, ahora, junto con todo aquello que suene a público. Nuestra derecha parece complacerse en que esto sea otro campo de juegos más para el capital rampante. Que alguien nos explique qué clase de patriota quiere a su país conminado a humillarse cada vez más para obtener unas migajas con las que sobrevivir, y las cuales hay que agradecer constantemente, además.

También, bastante manido, está el argumento de que la izquierda no tiene ni idea de la historia de España. En otras palabras, que los rojos leen más bien poco. Ese argumento pueden metérselo por donde les quepa. No hace falta recordar quién se preocupó por hacer escuelas y por meter buenos maestros en esas escuelas. Tampoco es necesario recordar quién se dedicó a darles enérgico matarile a dichos maestros. Conocemos (me permito incluirme humildemente en la izquierda) bien la Historia de este país, pero nos perdonarán (o no, tanto da) si no consideramos una gesta gloriosa el pifostio que preparamos en América, o si creemos que la II República podría haber dado mucho de sí, si la hubiesen dejado.

Y por otra parte, si hablamos de la Guerra Civil, surgen las acusaciones de dejar desamparado al país. ¿Desamparado? Ésa sí que es buena. Hemos de creer, entonces, que Ramón J. Sender, Alberti, Azaña, Machado y los demás huyeron del país por gusto, porque les apetecía, y no porque veían la muerte bastante cerca. Y los miles de hombres que cayeron defendiendo la República salieron de no se sabe dónde, dado que todo el mundo estaba huyendo, ¿no es así?
Y meter material soviético era un pecado capital, pero no lo era dejar paso a alemanes e italianos (de lo mejorcito de Europa por aquel entonces), ¿verdad?

Quizá convenga revisar el concepto de patriotismo, y quizá convenga admitir que la derecha ha disfrutado de él durante demasiado tiempo.

Abel-ino

No hay comentarios: